Un estudio del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC, en colaboración con el Instituto de Salud Global de Barcelona, ha analizado 280 muestras de agua comercializada en botellas de plástico de un solo uso de 20 marcas distintas. El experimento encontró en todas ellas aditivos de plástico, es decir, productos que se añaden a los plásticos para mejorar determinadas características. Esos aditivos pasan al agua que bebemos.
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